martes, 16 de noviembre de 2010
En la cumbre del cerro Santa Lucía
El domingo 7 de noviembre llovió todo el día. El lunes 8 subí al cerro Santa Lucía alrededor de las seis y media de la tarde. Asi de limpio se veía Santiago y así se veían las andesitas columnares que nunca dejan de fascinarme. Las columnas pentagonales se deben a las fuerzas que actuaron en el momento del enfriamiento de la roca fundida que dió origen a las raíces de este volcán de 20 millones de años.
Llegar al cerro Santa Lucía es fácil, tomen el metro Santa Lucía, crucen la calle Miraflores y ahí está la pasada al cerro. Compren en la feria indigena un rico chumbeque y suban el cerro. Darwin lo subía todos los días y escribió que era encantador . Es fácil llegar a la cumbre. No hay problemas de ningún tipo, hay vigilancia pero hay que ser cuidadoso con los peldaños, como toda escalera. Después de admirar la Cordillera de los Andes y ubicar sus casas en el valle de Santiago, por la bajada norte van a encontrar las famosas andesitas columnares de la fotografía. Es una alegría subir y arriba, la cumbre, es una pequeña Torre de Babel.
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